Longchamps: El primer vuelo a motor de Sudamérica cumple
109 años
Foto: historiadelongchamps.blogspot.com.ar
El domingo 6 de febrero de 1910 el piloto francés Henry
Bregi, de 21 años, selló la hazaña al volar su aeroplano Voisín durante 16
minutos sobre el flamante hipódromo. Jorge Newbery supervisó la epopeya.
Por Federico Gastón Guerra
Fue el domingo 6 de
febrero de 1910 a las 18.45. En ese preciso momento Henry Bregi, de 21 años,
selló la hazaña al comenzar a volar su aeroplano Voisín durante 16 minutos
sobre el flamante hipódromo de Longchamps. “Dio cuatro vueltas a cuarenta
metros de altura (NdR: hay versiones que marchan que se elevó hasta los 60
metros) y con la venia oficial se convirtió en el primer aviador de la
provincia de Buenos Aires, de la Argentina y de América del Sur (…)”, destaca
el historiador Daniel Balmaceda en su libro Biografía
no autorizada de 1910. Unos tres mil espectadores aplaudieron esa proeza
aérea.
Balmaceda escribe que
ese mismo día pero a las “17.35 Bregui se elevó a 25 metros de altura y realizó
dos giros alrededor de la pista mientras era ovacionado por la multitud. ¿Fue
homologado ese vuelo? No, ¡porque aún no estaban presentes todos los
supervisores del Aero Club Argentino!”.
Entre aquellas
autoridades que homologaron tal aventura se contaba con la presencia de… ¡Jorge
Newbery! quien fue acompañado por Alberto Macías, Gervasio Videla Dorna, Jorge
Lubary y Felipe Madariaga.
La revista Caras y
Caretas en un artículo de 1933 recuerda que “Bregi efectuó dos vueltas a la
pista a 20 metros de altura, posándose momentos más tarde con toda felicidad en
el centro de la pista, en medio de una atronadora salva de aplausos y vítores a
Francia. En un segundo vuelo efectuado poco después, alcanzó 60 metros de
altura, volando en total 9 kilómetros”.
Por esto, nada más y
nada menos, Longchamps –ciudad que le debe el nombre al hipódromo de Paris– es
reconocida como “Cuna de la aviación Sudamericana”. Vale recordar que la algarabía de ese día fue
parte de los festejos por el Centenario de la patria. Por eso los concurrentes
también disfrutaron allí de carreras de automóviles y motocicletas.
Brégi volvió a Francia
y al iniciarse la Primera Guerra Mundial se enroló para su ejército. En enero
de 1917 al perseguir un submarino alemán paradójicamente su avión cayó al mar y
terminó con la vida de este pionero de la aviación que nació en Sedán,
Champaña-Ardenas, Francia el 4 de
diciembre de 1888 y falleció en un accidente aéreo en Saint-Mandrier, Provenza-Alpes-Costa Azul,
Francia el 14 de enero de 1917.
Cruzaron el disco
Según cuenta el
historiador Juan Luis Stoppini (ya fallecido) en su reseña sobre hipódromos de
la zona Sur: “El hipódromo se inauguró el 5 de septiembre de 1909 a las 14, con
siete carreras reñidas y muy parejas. Además de venderse en esa primera jornada
más de 65.000 boletos”.
La geografía del
estadio era muy cómoda para la concurrencia hípica ya que “tenía una pista muy
extensa, codos bien abiertos y una recta de 500 metros para que la aceleración
de los Jockey sobre el caballo sea total”, afirma Stoppini en su trabajo
histórico.
La historia cuenta que
el hipódromo de Lomas de Zamora fue desterrado hacia el año 1909 por motivos de
sucesión de tierras, y luego de buscar lugar por distintas zonas sureñas los encontró
en los terrenos que hoy forman a la pujante ciudad de Longchamps.
Norberto Candaosa,
miembro del Instituto Histórico Municipal de Lomas de Zamora, detalla que “el 5
de septiembre de 1909 el Jockey Club de Lomas de Zamora trasladó su ´circo a
Longchamps, lugar descampado del partido de Almirante Brown que se fue poblando
con esta actividad y que adquirió ese nombre, al igual que el de Lomas de
Zamora con el de Villa Hipódromo, en relación con el muy famoso hipódromo de
Paris; aunque al nombre se le agregó una ‘s’ al final´”.
Así las autoridades del
hipódromo comenzaron a construir una pequeña parada ferroviaria que finalmente
fue habilitada el 10 de agosto de 1910 en las inmediaciones de la actual
estación. Este paraje también fue bautizado Longchamps para que quienes venían
en busca de apuestas pudieran reconocer fácilmente el lugar donde bajarse.
Las carreras eran tanto
fines de semana como días laborables hasta que el 1 de septiembre de 1913 una
ley prohibió a los burreros la gestación de carreras de lunes a viernes y las
cosas comenzaron a cambiar.
Fue en 1913 cuando
circo estaba atestado de concurrentes para ver las carreras de esa jornada
pero: “A consecuencia de un mal fallo los apostadores indignados, por lo que
consideraron un arreglo improvisaron una serie de antorchas y prendieron fuego
el hipódromo y sus instalaciones“, destaca el libro Breve Historia del Partido
de Almirante Brown.
Ya sin hipódromo
comenzaron a llegar vecinos a trabajar la tierra para hacer quintas y
viviendas. Así tras los primeros remates de tierras aparece en escena la figura
de Emilio Budgwart, uno de los hombres quien más hizo por la zona y uno de los
que más trabajó para el progreso de Longchamps…
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